Al llegar por carretera el gran faro se vislumbra adelante con su imponente altura, pasando y rodeando el mismo, el caminar de las personas con suma tranquilidad abordan los trasportes rústicos de la zona, caminan sin prisa por cada mandado que llevan en mente, atraen turistas despreocupados del lugar en el que habrán de pernoctar. Todo en Mahahual hace del tiempo un detener constante en cada sonrisa que la población otorga a sus visitantes. Relajarse con el masaje frente a la tersa arena que cubre toda la superficie de la zona, entablar una conversación con uno mismo, a la luz tenue de la luna que enaltece el calmo mar frente los hoteles pequeños, silenciosos, lindos que hay en toda la calle principal. Desayunar es una relajación, comer es un deleite, y cenar es un alivio al alma que tanto pide lugares así por visitar y no dejar jamás.
Author: Travel Viajes Blog
Wed, 24 May 2017 02:08:01 GMT