Con la Lacandona de testigo, estas cascadas guardan una armonía inigualable con el entorno que las cuida que las conserva y que las limita. Sus aguas embellecidas con el clamor del agua en su correr divertido hacen de esta visita algo bello, algo sorprendentemente hermoso incrustado en la selva con tanto celo en su cuidado por los los habitantes soberbios de la sabiduría que cada gota de agua deja en su recorrer implacable con la dura roca que corta su camino solo por un tiempo.
Author: Travel Viajes Blog
Mon, 22 May 2017 19:28:42 GMT